Ojo al manual del golpista: lo primero, la toma de los medios para que inventen, escriban y difundan el relato conveniente a los de la cosa, dando argumentos a los adeptos y machacando natural y despiadadamente al contrario.
Tomo como ejemplo unos editoriales de El País (de los demás ni me molesto, para qué), aparecidos justo antes de que le estallara el motín al PSOE para cargarse a su Secretario General Pedro Sánchez elegido en unas primarias:
- Editorial de El País el 26 de septiembre. “PSOE, un partido secuestrado. Pedro Sánchez maniobra para eludir la responsabilidad de las continuas derrotas” (ver aquí)
- Editorial de El País el 28 de septiembre, que llegó a provocar la protesta de sus propios periodistas del Comité de Redacción: “Pedro Sánchez: salvar al PSOE. El cese inevitable y legítimo de Pedro Sánchez es la única salida para el partido" (ver aquí), a la vez que Susana Díaz estaba en todas las portadas de prensa.
Pues bien. Ya los hechos se han consumado y hemos podido ver casi en directo quiénes eran los que maniobraban y con qué artes. Para mí algo más que un GOLPE a un partido, puesto que todo apunta a que con ese GOLPE tendrá España un determinado gobierno, sirviendo la maniobra para eliminar la voluntad de varios millones de votantes. Ojo: un golpe ya no se da con tanques; se lleva más lo sutil, que parezca un accidente, una cosa de ese partido en el que se llevan tan mal.
Se quedará la cosa ahí? NO. Ahora hay que hacer leña del árbol caído, cargar sobre él todas las culpas, despedazarlo sin piedad y machacarlo de tal forma que no le queden ganas de volver y, muy importante, que sus seguidores se sientan igualmente culpables.
Los mismos desaprensivos que han promovido el golpe y el desgarro, hoy llaman a la unidad para coser el roto que provocaron: Editorial de El País 2 de octubre: “La hora de la unidad. Tras la marcha de Sánchez urge reparar las fracturas y unir al partido" (ver aquí). Sí, se equivocaba Borrell: un grupo mediático no solo puede quitar o poner Secretarios Generales, también nos puede dar instrucciones a la ciudadanía de lo que tenemos que hacer: ahora ponernos a coser lo que rompieron.
Y no van a ser solo editoriales: al relato no deben faltarle todo tipo de portadas, fotos, colaboraciones y mentiras para que el relato cuadre con el interés de los de la cosa. Hoy tenemos en El País no solo titular acusando a Pedro Sánchez de haber desgarrado al PSOE, también el culpable de haber "perforado el suelo electoral" (ver aquí).
Falso. El suelo electoral viene de antes, de Rubalcaba (casualmente ahora refugiado en El País) tras el descalabro del gobierno de Zapatero: el PP con Rajoy logró una mayoría absoluta y el PSOE (y la ciudadanía de paso) el peor resultado al no servir en toda una legislatura ni siquiera para hacer oposición. A la ciudadanía no nos importa que tuviera más escaños: esos escaños sólo sirvieron para satisfacer a los culos que los ocupaban, mientras el PP pasaba el rodillo y nos molía a palos y recortes. Con Sánchez no tuvo Rajoy esa mayoría; a día de hoy es incapaz de formar gobierno siquiera; veremos quiénes son los traidores sin escrúpulos que se atreven a entregárselo.
Tomo como ejemplo unos editoriales de El País (de los demás ni me molesto, para qué), aparecidos justo antes de que le estallara el motín al PSOE para cargarse a su Secretario General Pedro Sánchez elegido en unas primarias:
- Editorial de El País el 26 de septiembre. “PSOE, un partido secuestrado. Pedro Sánchez maniobra para eludir la responsabilidad de las continuas derrotas” (ver aquí)
- Editorial de El País el 28 de septiembre, que llegó a provocar la protesta de sus propios periodistas del Comité de Redacción: “Pedro Sánchez: salvar al PSOE. El cese inevitable y legítimo de Pedro Sánchez es la única salida para el partido" (ver aquí), a la vez que Susana Díaz estaba en todas las portadas de prensa.
Pues bien. Ya los hechos se han consumado y hemos podido ver casi en directo quiénes eran los que maniobraban y con qué artes. Para mí algo más que un GOLPE a un partido, puesto que todo apunta a que con ese GOLPE tendrá España un determinado gobierno, sirviendo la maniobra para eliminar la voluntad de varios millones de votantes. Ojo: un golpe ya no se da con tanques; se lleva más lo sutil, que parezca un accidente, una cosa de ese partido en el que se llevan tan mal.
Se quedará la cosa ahí? NO. Ahora hay que hacer leña del árbol caído, cargar sobre él todas las culpas, despedazarlo sin piedad y machacarlo de tal forma que no le queden ganas de volver y, muy importante, que sus seguidores se sientan igualmente culpables.
Los mismos desaprensivos que han promovido el golpe y el desgarro, hoy llaman a la unidad para coser el roto que provocaron: Editorial de El País 2 de octubre: “La hora de la unidad. Tras la marcha de Sánchez urge reparar las fracturas y unir al partido" (ver aquí). Sí, se equivocaba Borrell: un grupo mediático no solo puede quitar o poner Secretarios Generales, también nos puede dar instrucciones a la ciudadanía de lo que tenemos que hacer: ahora ponernos a coser lo que rompieron.
Y no van a ser solo editoriales: al relato no deben faltarle todo tipo de portadas, fotos, colaboraciones y mentiras para que el relato cuadre con el interés de los de la cosa. Hoy tenemos en El País no solo titular acusando a Pedro Sánchez de haber desgarrado al PSOE, también el culpable de haber "perforado el suelo electoral" (ver aquí).
Falso. El suelo electoral viene de antes, de Rubalcaba (casualmente ahora refugiado en El País) tras el descalabro del gobierno de Zapatero: el PP con Rajoy logró una mayoría absoluta y el PSOE (y la ciudadanía de paso) el peor resultado al no servir en toda una legislatura ni siquiera para hacer oposición. A la ciudadanía no nos importa que tuviera más escaños: esos escaños sólo sirvieron para satisfacer a los culos que los ocupaban, mientras el PP pasaba el rodillo y nos molía a palos y recortes. Con Sánchez no tuvo Rajoy esa mayoría; a día de hoy es incapaz de formar gobierno siquiera; veremos quiénes son los traidores sin escrúpulos que se atreven a entregárselo.
Con Sánchez, el PSOE duplicó el número de capitales de provincia en que gobierna de 9 a 18 (ver aquí) y no digamos el poder autonómico: consigue el gobierno de Baleares, Aragón, Extremadura, Castilla La Mancha y País Valenciano (sí, el poder para esos "barones" que acaban de expulsarlo).
Los que ahora tienen que construir el relato de la mentira, ya no pueden recordarlo. Pero tú puedes leerlo aquí. El PSOE con Pedro Sánchez superó al PP en poder autonómico y municipal en 2015, no está tan lejos para tanto olvido.
Veremos en las siguientes Autonómicas y Municipales qué les queda a "los barones". En cuanto a El País, está claro que ha perdido a los lectores; pero eso importa poco cuando se encuentran pagadores.
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