En el documento “Armas
silenciosas para guerras tranquilas” hay un párrafo que expresa con toda
crudeza el objetivo de esta estrategia de manipulación y dominación: un párrafo digno de figurar en los prolegómenos de la LOMCE que han encargado imponer en España al ministro WERT, el fin que justifica todos los medios (y falta de medios) que se añadirán: “La
calidad de la educación dada a las clases inferiores debe ser de
la más pobre, de manera que la brecha de la ignorancia, que aísla las clases
inferiores de las clases superiores, sea y permanezca imposible de superar para
las clases inferiores. Con tal discapacidad, incluso los mejores elementos de
las clases inferiores tienen poca esperanza de salir del puesto que les ha sido
asignado en la vida. Esta forma de esclavitud es esencial para mantener un
cierto nivel de orden social, paz y tranquilidad para las clases superiores
dirigentes”. Qué, cómo te quedas?
Nadie pone en duda la importancia de la educación en la sociedad. No es, pues,
nada extraño el interés por controlar programas y centros educativos; no sólo por el negocio que ya la
actividad puede proporcionar en sí. También está muy presente el objetivo de mantener esa brecha de la ignorancia que
aísla las clases inferiores de las clases superiores, mantener al público en la ignorancia de las verdaderas cuestiones es la verdadera cuestión, de
forma que sea incapaz de comprender las
tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud.
Que
el ministro Wert está siguiendo al pie de la letra estos principios clasistas e ideológicos se ve claramente en esta contrarreforma educativa que es la LOMCE,
metida con calzador sin diálogo ni consenso con nadie (ni partidos, ni
organizaciones sociales ni comunidad educativa), cortando de raíz avances
que se daban por consolidados, mirando constantemente a un pasado
irrecuperable. Particularmente
ideológica y criminal la intención de acabar con el principio de igualdad de
oportunidades, exigiendo condiciones
más duras para obtener becas alumnado que carece de recursos y a la vez subiendo considerablemente las tasas
universitarias.
Por
otra parte, la atención que se presta desde el ministerio de cultura a potenciar espectáculos de puro entretenimiento,
aborregamiento cuando no simplemente bárbaros como toros y fútbol contrasta
con el desprecio y alergia a otras manifestaciones culturales que están siendo
perseguidas en la práctica. La subida
del IVA en cultura, justamente en una época de crisis en la que el consumo
en general está a la baja, está suponiendo de hecho la ruina para muchos
profesionales del mundo de la cultura. ¿Pero esto le importa al gobierno? Sí. Y
mucho. Un gobierno alineado con los objetivos del “nuevo orden mundial” tiene
que trabajar en poner obstáculos al mundo de la cultura, cortocircuitar esos canales que conducen a propuestas que se salen del
pensamiento único, arrasar todo camino que pueda llevar a algo diferente,
creador y divergente.
“Con el transcurso del tiempo, y de la mejora de la comunicación y de la
educación, los elementos de las clases inferiores se vuelven aptas al
conocimiento y envidiosas de las buenas cosas que los miembros de
las clases superiores poseen. Esto pone en peligro la soberanía de la
élite".
Así que no es en realidad el tema del saber y conocimiento lo que se disputa: lo que está en juego es la perduración del dominio de las élites sobre la ciudadanía a secas. Y la ignorancia es un instrumento básico para alcanzar el dominio de algo básico: la energía, los recursos energéticos esenciales: “Si se llega a contener el ascenso de las clases sociales inferiores
el mayor tiempo posible, la élite puede lograr la dominación de la energía, y
el pueblo, por consentimiento, no tendrá jamás una posición sobre los recursos
energéticos esenciales.”
Un programa al que
deberíamos prestar una atención especial, pues con el atolondramiento cultural
y aborregamiento de las masas se quiere conseguir nada menos que el DOMINIO DE LAS FUENTES DE ENERGÍA, un
programa ya cumplido prácticamente mediante el truco de las privatizaciones, con auténticos buitres siempre al acecho (véase en México la lucha por la privatización de las petroleras).
El expolio de los recursos energéticos esenciales al Estado, el bien común
construido entre tod@s y para tod@s, ha
sido uno de los grandes logros del neocapitalismo. Uno tras otro fueron cayendo
o están en trámite de caer en manos privadas recursos esenciales del bien
común: luz, gas, petróleo, energías renovables incipientes, banca, agua,
sanidad, educación, pensiones…engañando a la gente con el cuento de que la competencia abarataría los precios, dejando al Estado vacío, sin recursos con los
que poder garantizar derechos ciudadanos que la Constitución establece. Y el
trabajo. ¿Cómo va a garantizar el Estado el derecho al trabajo sin participar
de forma significativamente potente en la economía productiva del país? Un
Estado sin los recursos esenciales deja a la intemperie a la ciudadanía, en
manos de la élite que controla dichos recuros y que se esconde en paraísos
fiscales y laborales, esquivando incluso el deber de pagar impuestos.
Igual que en nombre de la religión, también con la excusa de la educación se
han perpetrado todo tipo de barbaridades, desde el maltrato físico y
psicológico (la letra con sangre entra), hasta acciones que provocan
el aborrecimiento del saber y el adormecimiento de la razón.
Y, como bien sabía el genial Francisco de Goya, “el sueño de la razón
produce monstruos”; es decir, si dejamos de actuar guiados por la luz de
la razón y la inteligencia seremos capaces de hacer o consentir cualquier tipo
de monstruosidad o barbarie. Pues “El hombre, una vez que ha rendido la razón, carece de
protección contra las estupideces más monstruosas, y como un barco sin timón se
halla a la merced del viento” (Thomas Jefferson, político estadounidense 1743 -1826).
Quiero resaltar que la manipulación educativa programada no va por los caminos
a los que solemos referirnos al tratar el tema; generalmente nos referimos a la
manipulación educativa como adoctrinamiento, inculcación de unas ideas
o más bien ideología; sin duda esto también se hace; y mucho, siempre
que se tiene ocasión; pero este tipo de manipulación, con ser dañina es
bastante superable por el individuo: bajo el franquismo prácticamente sólo
cabía la posibilidad de ser educado bajo los principios (o falta de los mismos
más bien) del régimen; sin embargo, luego cada cual ha evolucionado a su
manera; no queriendo esto decir que en el fondo no permanezca un silencioso
poso gris al que hay que prestar atención.
La manipulación educativa
que aquí se plantea va a una raíz más profunda: a consolidar una
sociedad clasista, arrasar toda construcción de "estado de bienestar" tachándolo de despilfarro e inviable, dinamitar cualquier intento de mantener o levantar derechos de protección social, proporcionando a los individuos “de clase inferior”
un tipo de educación tal que lo imposibilite para sacar la cabeza
de la misma. El programa consiste en la creación de una auténtica red
de escuelas de discapacitación. Así, piensan los de arriba, los
privilegios y servidumbres quedarán consolidados y el orden social garantizado.
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