Si Valle-Inclán levantara la cabeza, tendría que rehacer inmediatamente sus "esperpentos" a la vista de lo que nuestro panorama político-mediático ofrece día sí y otro también.
Resulta que el partido más pringao de corrupción desde el monte hasta la playa y desde la playa hasta el monte allá sobre el horizonte, resulta ser el agraciado en votos y escaños por unas elecciones regaladas. Cojonudo.
Pero no para ahí la cosa: desde el primer momento, el coro político-mediático-tertulianero cierra filas y, ahora sí, hay que apoyar al que se supone va a ser candidato si no da en el último momento la espantá (recordemos que Rajoy mantuvo que se presentaría a la investidura hasta el último día, en el que le hizo la cobra al rey).
No recuerdo a ningún coro político-mediático-tertulianero entonando cantinela alguna alegando la necesidad de "altura de miras" o "sentido de la responsabilidad" para presionar al PP ni a ningún otro partido a abstenerse cuando por 2 veces Pedro Sánchez sí aceptó ir a la investidura con los votos de C's y CC.
Tampoco recuerdo que a lo largo de la democracia en España el partido mayoritario haya tenido la ocurrencia de exigir que lo apoyara el principal partido de la oposición. Esto tan nuevo qué es, nueva política o nuevo cinismo?
Señor Rajoy, si quiere ser presidente mueva el culo por una vez, busque los apoyos en partidos con los que tiene afinidad; o en aquellos que, votando NO a Sánchez, le regalaron una buena prórroga, una 2ª oportunidad en elecciones y 14 diputados más. No pretenda otra vez GOBERNAR SIN OPOSICIÓN.
